Si extiendes tu brazo, yo extiendo mi vida
La sangre es tan vital
para nosotros como el aire que respiramos. Podemos vivir sin alguno de nuestros
órganos, pero no sin sangre; por eso es tan valiosa. De ahí, la importancia de
la donación, porque un acto solidario de ceder una pequeña dosis de nuestra sangre,
puede servir para ayudar a mucha gente a curarse e, incluso, a salvar su vida.
La sangre humana es tan compleja que
nadie, ningún científico, ningún laboratorio la ha podido reproducir de manera
artificial. La sangre, sólo puede obtenerse de otras personas, mediante la
donación. Todos nosotros, con unas condiciones físicas mínimas, podemos donar
sangre sin perjuicio para nuestra salud. Es más, sin duda resultará beneficioso
para nosotros.
La
necesidad de sangre está aumentando en todo el mundo. La contribución de los
jóvenes puede ser importante, tanto donando sangre como reclutando a otros
jóvenes para que se hagan donantes.